Se puede tejer con luz. Suena extraño, pero es el concepto detrás de la exposición “Illasawiri. Tejidos de energía resplandeciente”, de la artista boliviana aruma (sí, así con “a” minúscula), que montó hace unos días en el Museo Nacional de Bellas Artes, con la curatoría de Valentina Montero, experta en artes mediales y Doctora por la Universidad de Barcelona en el Programa Estudios Avanzados en Producciones Artísticas.
Illasawiri (Illa= resplandor; sawiri: tejedor) podría traducirse como quien teje con luz, y es la palabra que mejor evoca la orientación de su trabajo. “No se trata solo de utilizar luz en los tejidos, sino también de iluminar otras formas de pensar las tramas y urdimbres que tejen las conexiones de nuestra especie con los demás elementos”, relata Valentina Montero.
El arte puede ser interactivo. El arte puede ser ciencia. En arte puede ser todo (¿o casi?), porque es una de esas palabras que mientras más se intente definir, más se aleja de una definición. Es como explicar qué es un pájaro, si lo describes dentro de una jaula. El arte se expande, en quien contempla, en el espacio, en el tiempo. Va al futuro y revisita el pasado.
Sensitivae - Urdimbres de Fibra óptica
Algo de eso hay en esta muestra que es una gran oportunidad para enfrentarse a la ecuación arte/ciencia y reflexionar en torno a ella. Esto, mediante 40 textiles interactivos que incorporan la tradición andina y dialogan con el arte digital, el arte sonoro y la performance.
El proyecto de investigación y creación artística de aruma (pseudónimo de Sandra de Berduccy) se inició en 2000 al interior de los valles interandinos de Bolivia, indagando en las técnicas tradicionales de los textiles de Los Andes y experimentando con las tecnologías contemporáneas como la electrónica y la programación. De esta manera logra conjugar obras de telar tradicional con circuitos, hilos conductivos y fibra óptica y LEDs.
Valentina ¿Cuál es la propuesta de esta exposición de aruma?
Es una exposición que reúne una selección de piezas fruto de 20 años de trabajo. Su obra se concibe como una investigación artística de largo aliento que aborda el textil tradicional andino y su cruce con los lenguajes y soportes del arte contemporáneo.
¿Por qué te interesaste en su trabajo?
Como curadora especializada en artes mediales me interesó su trabajo pues nos permite observar las prácticas textiles andinas desde un enfoque más rico, en el que convergen ciencia, arte y tecnología. Es decir, el tejido andino implica una serie de aspectos materiales, técnicos, conceptuales, lingüisticos y estéticos que hacen de él un ensamblaje sociotécnico y simbólico altamente complejo. Aruma se identifica con la tejedora que desde siempre ha estado interesada en experimentar. Así como hace un siglo, probablemente, alguna tejedora se atrevió a utilizar otras flores u hojas para generar nuevos tintes, aruma ha incorporado en su práctica textil elementos no usuales como hilos conductivos, cobre, fibra óptica y ha experimentado con reacciones electroquímicas para producir nuevos colores.
¿Cuál es el significado o el mensaje que hay en dotar un elemento de la tradición andina, como son estos textiles, con la tecnología de nuestros tiempos?
Aruma se siente una continuadora de una tradición viva y en constante movimiento. Sus indagaciones con materialidades y lenguajes contemporáneos son otra forma más de continuar un legado ancestral, reconociendo una genealogía tecnológica y poética que surgió en nuestro continente.
Allqamari - Tejido tradicional con lana de oveja y fibra óptica, Leds, sensor de movimiento
Las técnicas que usaban hace siglos para hacer estos textiles eran avances tecnológicos de la época, pero ahora no lo pensamos así. ¿De alguna manera crees que la obra de aruma busca también entregar ese mensaje?
Sí. Su investigación artística es una invitación a revalorizar la producción de nuestras ancestras indígenas y que se mantienen en muchos lugares, de manera híbrida, pero viva. Su obra nos invita a especular sobre un futuro que no esté condicionado por un solo camino, el impuesto hegemónicamente por la modernidad occidental, sin las ilusorias separaciones entre arte, ciencia y tecnología que nos han impuesto.
¿Qué técnicas y tecnologías utiliza aruma para crear sus obras?
Domina varias técnicas de telar tradicional andino. Algunas muy complejas como el tejido de doble tela o Kurti, y otras muy antiguas que ha estudiado observando tejidos andinos como el de la época Chankay-chimú. Además, construye circuitos eléctricos, trabaja con micro-controladores, programación y experimenta con electroquímica, utilizando sales y distintos tipos de fibra: algodón, alpaca, hilos de cobre.
¿Crees que el arte debe ser provocador?
No creo que haya un “deber ser” para los artistas. Las prácticas artísticas contemporáneas son diversas y ahí está la riqueza del conjunto. Atienden a distintos objetivos y estrategias. En el caso de esta exposición, más que una provocación exactamente, la muestra busca abrir imaginarios, descontracturando las nociones convencionales o conservadoras que ubicaban en terrenos distintos artesanía, arte, tecnología, etc.
¿Qué puede encontrarse al recorrer la obra de aruma?
La exposición ofrece un recorrido que comienza ofreciendo la posibilidad de observar el textil y sus equivalencias con las tecnologías informáticas a través de conceptos como códigos y patrones que le son comunes, para luego profundizar en el concepto de energía que fluye por las fibras de un tejido y las conexiones epistemológicas, es decir, formas de conocer que tenían y mantienen las comunidades indígenas donde conceptos como utilidad, belleza, pensamiento y trascendencia no están separados.
Valentina Montero, curadora y Doctora en Estudios Avanzados en Producciones Artísticas de la Universidad de Barcelona.
Te invitamos a conocer más sobre aruma en su sitio web www.sandradeberduccy.com