Este año por primera vez en su historia el Museo Interactivo Mirador (MIM) fue parte del Día de los Patrimonios en forma presencial, abriendo sus puertas a la ciudadanía en forma gratuita durante el sábado 28 y domingo 29 de mayo; en una jornada que buscó rescatar el ADN artístico del museo, mediante actividades que potencian su esencia y diversidad cultural, donde la creatividad, las artes, las ciencias y los patrimonios se conjugan y articulan.
En la actividad se anunció la creación de un Centro de Documentación que permitirá recuperar la memoria y orígenes del MIM tras 22 años de existencia, para relevar su patrimonio científico, artístico, arquitectónico y social. El nuevo espacio no solo será un repositorio de material en distintos formatos (impreso, digital, sonoro, etc.) sino que también busca transformarse en un importante soporte de la generación de contenidos que vincule la rica dinámica entre arte y ciencia.
Para dar pie a esta inédita iniciativa, el museo recibió de los visitantes libros que abarcaran las temáticas de arte, ciencia o naturaleza; y a cambio entregó “bitácoras de viaje”, para que registraran su recorrido, dejando una memoria viva que permita incorporarlos en una dimensión de cocreadores de la historia del MIM. Además, personalizaron las libretas mediante timbres con motivos de semillas de especies nativas, que encontraron en distintas estaciones que funcionaron como “aduanas”, otorgándole un sentido a su viaje por el museo.
Durante ambos días se realizaron recorridos mediados a través de importantes obras que habitan y respiran en sus espacios, creadas por reconocidos creadores nacionales e internacionales. La escultura audiocinética “Los Penetrables”, del influyente artista venezolano Jesús Rafael Soto; o “Toca Luz”, del creador chileno Alejandro Siña, son algunas de las imponentes piezas que podrán revisitar quienes realicen este viaje artístico-patrimonial por el museo.
Se abrió la Sala Multiuso, un nuevo espacio orientado a la exhibición de muestras que vinculen la ciencia, el arte y la naturaleza, donde ese fin de semana se proyectó una selección de cuatro cortometrajes animados del Festival Leipzig de Alemania, durante varios momentos del día, gracias a una alianza con Goethe Institut. Y por primera vez en pantalla gigante en Chile se mostró el documental “El Jardín en Movimiento”, sobre Gilles Clément, reconocido jardinero, arquitecto paisajista, botánico, entomólogo y escritor francés, gracias al apoyo de la Embajada de Francia y el Instituto Francés.
También se instaló una feria de editoriales independientes gracias a la colaboración de La Furia del Libro, stands que se ubicaron dentro del museo y que ofrecieron una serie de textos a la venta para todas las edades.
La danza también estuvo presente con el colectivo La Licuadora, en distintos momentos del día, quienes intervinieron el museo y el parque con «Frame», una secuencia infinita que experimenta con la individualidad y la multiplicidad a través del tiempo y el espacio, en que los bailarines se expanden y contraen mientras despliegan una danza efímera y persistente.
Además, se habilitó el parque que rodea al MIM para otorgarle un carácter expansivo, habitable y amable para distintas comunidades y colectivos; y de paso redimensionar su valor como entorno natural en el sector sur de la capital.
Aquí tuvo lugar un llamado a la reflexión, con el Proyecto Pregunta, en colaboración con el colectivo Mil M2, que mediante el uso del espacio público buscó gatillar respuestas de las y los visitantes con grandes e inquietantes cuestionamientos acerca de la memoria y el patrimonio.
En el parque también funcionó la feria de mujeres emprendedoras «Mujerarte», de la comuna de La Granja, a quienes se invitó para ofrecer a los visitantes sus hermosas artesanías. También funcionaron foodtrucks, entre ellos el del sindicato de las y los trabajadores del museo, a quienes se les cedió un kiosko.
También se presentó el MIM Móvil, camión que realizará varias demostraciones de experimentos en el parque.
La incorporación del MIM al Día de los Patrimonios, liderado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, no solo responde a su rol cultural como centro abierto de aprendizaje, asombro, creatividad y experiencias lúdicas, sino que también a una mirada renovada de este espacio ubicado en la comuna de La Granja, para convertirse en un centro donde confluyen los distintos patrimonios de nuestro país, siendo a la vez un punto de partida para emprender una serie de nuevos desafíos.